lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz Navidad

 “There are many things from which I might have derived good, by which I have not profited, I dare say,' [...] 'Christmas among the rest. But I am sure I have always thought of Christmas time, when it has come round [...]  as a good time; a kind, forgiving, charitable, pleasant time; the only time I know of, in the long calendar of the year, when men and women seem by one consent to open their shut-up hearts freely, and to think of people below them as if they really were fellow-passengers to the grave, and not another race of creatures bound on other journeys. And therefore, though it has never put a scrap of gold or silver in my pocket, I believe that it has done me good, and will do me good [...]! ”
― Charles Dickens, A Christmas Carol

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Ya está. El pavo -del tamaño de mi sobrino- está marinando en vino blanco y hierbas. El relleno está esperando listo a ser introducido de manera muy poco digna en el pavo. Las galletitas de jengibre están hechas, el árbol decorado, los regalos envueltos. Monsieur M. ha paleado la abundante nieve que nos ha caído aquí en los Laurentides para abrir un caminillo hasta la puerta principal de Muffin Manor. Quedan exámenes por corregir, pero pueden esperar hasta después de Navidad. La limpieza no está hecha, pero en mi opinión limpiar antes de recibir a la horda familiar es tan inútil como absurdo. Prefiero servirles abundante vino caliente con canela y ponche de huevo con ron, ambos disimulan las pelusas de manera asombrosa. ¿Qué me queda por hacer? Pues mil cosas. El blog está entre ellas. Mi historia culinario-policiaca por entregas. Y mis recetas de temporada. Y mi ya casi tradicional cuento de Navidad, que se ha quedado en borrador. Lo realmente importante en estos momentos es que la vida no se nos quede sólo en un borrador, absortos delante de una pantalla. Y pasar tiempo con la gente que queremos, comer cosas ricas, abrazar a los amigos, besar a nuestras parejas, jugar con los sobrinos, achuchar a los padres y a los hijos, rascar a los gatos. Esas cosas. Y poder seguir haciéndolo este año que va a comenzar. Y muchos otros, si es posible.

Se os echa de menos. Para el 2013, y todos los años por venir, os deseo que lo urgente no os haga olvidar lo importante, como dice Marona. Un abrazo virtual a todos. Ahora id a dar a alguien uno real.