Imagen de Ed Polish & Darren Wotz
¿Tu hombre carameliza con el tiempo? ¿Ha alcanzado el punto de bola? ¿Te pide que le ayudes a leer el peso que indica la báscula, oculto por una barriga en cuarto siempre creciente e inmediatamente después te pide que le hagas "esas galletas tan ricas"?
Querida lectora, no desesperes, es normal. Los hombres, especialmente a partir de los treinta, tienen ciertas dificultades genéticas a asociar el flotador que les pende un poco por encima del cinturón con los alimentos que ingieren durante la jornada.
El cromosoma Y también parece provocar una extraña despreocupación en lo tocante al aspecto físico, despreocupación que se desencadena tras cinco o seis años de cohabitación en pareja. A pesar de tener en común un cromosoma X con el sexo femenino, ese cromosoma no parece ejercer la suficiente influencia como para que nuestros hombres mantengan cierta motivación para evitar la hipertrofia de la tripa y seguir haciendo esfuerzos por vestirse y oler bien en nuestra presencia, o hacer un amago de ejercicio para conservar la forma física. Parece que esa motivación es más duradera en el sexo femenino.
Porque reconozcámoslo: tanta operación biquini es exasperante, sobre todo cuando no veo que se ponga en marcha una operación Speedo equivalente. Y no porque los hombres no la necesiten, no. Aunque nos empeñemos todas en repetir amorosamente: -"Tú ya sabes que me encanta tu barriguita, cariño." Y bien, "cariños" que me estáis leyendo, he aquí una revelación : es mentira. Mentimos como unas bellacas.
Las mujeres dicen eso porque se sienten obligadas, de la misma manera que muchas fingen alguna vez un orgasmo, para no pisotear autoestimas y egos masculinos frágiles. Os diré un secreto que vuestra compañera no confesará nunca: esa "barriguita", esa tripa cervecera, ese michelín rebosante, le producen bajón, la enfrían un poco, le cortan el rollo, vaya. Exactamente como a vosotros unas mollas femeninas en el lugar erróneo. Pero antes muertas que decíroslo. Porque os queremos, chicos, pero no le haríamos ascos al torso de Hugh Jackman.
Si el tono de este post os parece un pelín vindicativo, es porque es producto de un hartón acumulado tras primaveras y primaveras de ser bombardeada con el mensaje: "¡Mujer! ¡Adelgaza!". Parece que la lorza femenina es más imperdonable que la masculina. No, no. Ni hablar. Aquí o sufren todos o no sufre ninguno.
Señoras, si a pesar de todo adoráis a vuestra bolita de carne, he aquí una receta que le alegrará el día sin aumentarle el lastre. Palmira, en el Hecho en mi cocina de este mes, el número 44, nos propone que cocinemos de manera que sea posible que todos entremos en nuestros bañadores este verano. Sin la ayuda de un calzador y un tubo de vaselina.
Estas curiosas galletas (receta ligeramente adaptada de Rocco) contienen un ingrediente insólito: legumbres. Además de tres tipos de delicioso chocolate, diez veces menos grasa que unas cookies de chocolate normales, unas 45 calorías por galleta, sin harina (¡sí, sin harina!, no me atrevo a decir sin gluten, pero espero impaciente el veredicto de mis lectores celíacos), sin colesterol y muy poca grasa, bastante fibra y proteínas. Para alimentar esos músculos de dios griego.
INGREDIENTES
(Para unas 16 a 20 galletas)
- ½ cucharada de té de extracto de vainilla
- ¹⁄ ³ de taza de cacao puro en polvo sin azúcar, tamizado
- 1 taza de alubias (judías, vaya) rojas o negras, cocidas. Si son envasadas, aclararlas bien con agua y dejar escurrir. Sí, sí. Legumbres en unas galletas.
(Para unas 16 a 20 galletas)
- ½ cucharada de té de extracto de vainilla
- ¹⁄ ³ de taza de cacao puro en polvo sin azúcar, tamizado
- 1 taza de alubias (judías, vaya) rojas o negras, cocidas. Si son envasadas, aclararlas bien con agua y dejar escurrir. Sí, sí. Legumbres en unas galletas.
- 2 cucharadas soperas de sirope de agave.
- 3 claras de huevo o algún sustituto, si queréis hacer la versión vegetariana estricta
- 1½ taza y media de azúcar o, si preferís que la receta sea lo más sana posible, de miel, o 1 taza de sirope de agave
- ¼ taza de pepitas de chocolate negro
- ¼ taza de pepitas de chocolate con leche, o de nueces picadas para los vegetarianos que huyan de la leche
ELABORACIÓN
Precalentar el horno a 190º. Cubrir dos bandejas de papel de hornear y aceitarlo ligeramente con una brocha y aceite vegetal o un spray.
Pasar las alubias por la batidora, hasta obtener un puré uniforme. En un gran bol o en el robot de cocina, mezclar la vainilla, el cacao en polvo, el puré de alubias y el sirope de agave (más la miel si no vais a utilizar azúcar). Mezclarlo todo bien hasta obtener una crema sin grumos.
En otro bol aparte, batir las claras a punto de nieve. Si utilizáis el azúcar, incorporarlo gradualmente. Seguir batiendo las claras hasta que estén bien cremosas y consistentes. Añadir un tercio de las claras a la mezcla de alubias y cacao, en el robot de cocina. Mezclarlo todo vigorosamente. Añadir el resto de las claras en dos veces, sin batir, mezclando delicadamente a mano, con una espátula, para reducir el volumen de las claras lo menos posible. Este volumen es lo que hará que las galletas sean un poco más ligeras de lo que cabe esperar de una receta sin harina. Añadir las pepitas de chocolate y las nueces, reservando un par de cucharadas para decorar las galletas. De nuevo mezclar brevemente con la espátula hasta que todo está incorporado y las pepitas de chocolate repartidas uniformemente.
- 3 claras de huevo o algún sustituto, si queréis hacer la versión vegetariana estricta
- 1½ taza y media de azúcar o, si preferís que la receta sea lo más sana posible, de miel, o 1 taza de sirope de agave
- ¼ taza de pepitas de chocolate negro
- ¼ taza de pepitas de chocolate con leche, o de nueces picadas para los vegetarianos que huyan de la leche
ELABORACIÓN
Precalentar el horno a 190º. Cubrir dos bandejas de papel de hornear y aceitarlo ligeramente con una brocha y aceite vegetal o un spray.
Pasar las alubias por la batidora, hasta obtener un puré uniforme. En un gran bol o en el robot de cocina, mezclar la vainilla, el cacao en polvo, el puré de alubias y el sirope de agave (más la miel si no vais a utilizar azúcar). Mezclarlo todo bien hasta obtener una crema sin grumos.
En otro bol aparte, batir las claras a punto de nieve. Si utilizáis el azúcar, incorporarlo gradualmente. Seguir batiendo las claras hasta que estén bien cremosas y consistentes. Añadir un tercio de las claras a la mezcla de alubias y cacao, en el robot de cocina. Mezclarlo todo vigorosamente. Añadir el resto de las claras en dos veces, sin batir, mezclando delicadamente a mano, con una espátula, para reducir el volumen de las claras lo menos posible. Este volumen es lo que hará que las galletas sean un poco más ligeras de lo que cabe esperar de una receta sin harina. Añadir las pepitas de chocolate y las nueces, reservando un par de cucharadas para decorar las galletas. De nuevo mezclar brevemente con la espátula hasta que todo está incorporado y las pepitas de chocolate repartidas uniformemente.
Depositar cucharadas de esta masa en las placas de horno. Extender la mezcla con la cuchara hasta que forme una galleta de unos 6cm. de diámetro. Si se desea, decorar con unas cuantas pepitas de chocolate más, que habremos reservado previamente.
Hornear unos 20 minutos. Con una espátula, retirar las galletas de la bandeja cuando aún estén tibias, y dejar enfriar. Comer con la conciencia tranquila.
Hornear unos 20 minutos. Con una espátula, retirar las galletas de la bandeja cuando aún estén tibias, y dejar enfriar. Comer con la conciencia tranquila.
PD: (Para otras recetas de dulces no nocivos, pinchar en la etiqueta "Sin culpa". Porque una vida sin postres es una vida muy triste.)
Se ven estupendas, ahora lo que se dice ligeras no tanto, para la operación bikini un poco excesivas. Pero yo me las comía igual.
ResponderEliminarAy, cuánta verdad hay en esas palabras. La lorza no es bella, pero parece que eso es aplicable solo a nosotras.
ResponderEliminarjajajajajajajaja Qué razón tienes en todo lo que dices. Ayyyyyyy, nuestros cariños, antes muertos que dejar un trozo de chuletón en el plato!.
ResponderEliminarTus galletas de legumbres son simplemente... deliciosas!!!!!. Y originales a más no poder. Tengo que hacerlas!.
Un besoteeeeeeeee
Jajajajajajaja, cómo he disfrutado leyendo tu entrada! Y como han dicho los que me han precedido, cuánta verdad en tus palabras!
ResponderEliminarLa receta, super original! Que los niños no quieren comer lentejas, venga a hacer galletitas de chocolate, que crecerán la mar de sanos. Y sin michelines!!!!
Un beso!
Ejem! Por alusiones... ¿Qué pasa con los chuletones? es que nosotros aún tenemos presente lo de los mammuts y eso...
ResponderEliminarY en cuanto a Hugh Jackman... Pues tampoco lo entiendo. Sólo porque es alto, guapo, simpático, sabe actuar, está cachas y ES LOBEZNO... ¡¡No tiene nada que no tengamos los demás!! A lo mejor lo tiene mejor colocado (véase la escena de la ducha en Australia), pero sólo es eso, hala.
Además, si no nos tuviésemos que zampar todas esas galletas de nueces de Macadamia... :D
Un abrazo
eres la monda :-)
ResponderEliminarcon las galletas no se si me podré atrever porque no tengo sirope de agave, pero me quedo con la idea... que nunca se sabe!
Gracias por tu participación en este HEMC.
ResponderEliminarTienes toda la razon del mundo en tu introduccion! Pero mas que de bikini tendriamos que hablar de salud y de bienestar, ques esto nos va a todos, hombres y mujeres, jovenes y mayores.
¡Y muy contenta de descubrir tu blog!
Un saludo,
Palmira
pero... de verdad que no saben a alubia? mira que con esa variedad yo hago el chile con carne, jejejeje. Pero sí, ultimamente veo a muchos hombres controlándose frente al plato de comida... mucha lechuga veo yo por ahí... y mucho talibán de los carbohidratos!
ResponderEliminarSon como unos biscuits a la nipona con esas alubias, no?. Completamente de acuerdo, que se pongan ellos el bikini, quiero decir que se sometan ellos a la operación "recorte de barrigón cervecero",que a nosotras también se nos van los ojos detrás de los bollicaos con tableta de chocolate.
ResponderEliminarYo le e hecho a mi compañera una tarta de queso...no esta la economia para muchos regalos. Saúdos e bicos
ResponderEliminarJa ja ja ja ja ja ....que buena la entrada...oye y las galletas tienen una pinta estupenda...y con legumbres...
ResponderEliminarbeeeesos
Oh! tienen una pinta deliciosa. Y son aptas para intolerantes al trigo como yo. ¿Seguro que no me arruinarán la operación bikini si me las como todas avaramente de una sentada, sin compartirlas con nadie? Es que llevo tanto tiempo sin comer galletas...
ResponderEliminar¡¡Ole qué receta más original!! además con el sirope de ágave me viene fenomenal para mi padre, que es diabético tipo 2.
ResponderEliminarOtra cosa odiosa de la operación bikini es que te bombardean con alimentos ricos en fibra como si fuera la solución a todos los males...en España parece que no ahy otra cosa más sana que desayunar y cenar cereales. Menudo coñazo de alimentación ¿Donde quedó la fibra de las frutas y verduras?
Besos.
Mar, de los Sabores Perdidos
Geniales, sorprendentes, me encantan!!
ResponderEliminarEsto tengo que probarlo! (aunque lo de que llevan alubias se mantendrá en secreto, por si las moscas...)
un beso
Abajo los flotadores masculinos!!! (y los femeninos, claro, pero esos siempre tienen la guerra declarada)
Yo voto por el chuleton ! (de kilo y con muchas patatas)
ResponderEliminarDesde que me tiré un fin de semana trabajando en una oficina donde lo unico que tenian para comer era caramelos sin azucar y galletas sin azucar sin grasa sin .... juré que "alimentos" de dieta nunca jamas
Madame, ya tengo sirope de ágave (jarabe de pita en la denominación local). Está bueno. Se parece a la miel del león, esa que venía en latas doradas y se usaba para las tortillas de carnaval. Preveo una marea de galletas de chocolate para el fin de semana.
ResponderEliminarPues mira, con la excusa de que M tiene el colesterol alto me voy a marcar unas galletitas de alubias de Tolosa que pa qué. ¡Vivan las galletas sin culpa! :D
ResponderEliminarQué ricas!!!! Tengo que buscar sirope de ágave por algún lado (ni me sonaba, la verdad).
ResponderEliminarLo de los 5 - 6 años tengo que ir mirándolo, porque por ahora, a mí aún por encima me piden comida ligera, y yo suspirando por galletas ;D. Un beso!
Con esa pinta es im-po-si-ble que sean sanas, ni bikinosas...que nooooo...que no cuelaaaaaa.... pero por si las moscas voy a probar (lo sé, si sale la palabra chocolate en el titulo estoy perdida)
ResponderEliminarBesazo gordo!!
Yuju! Aquí estoy por fin! por arte de magia, sabes? pero no importa. Ya estoy aquí:-) y vaya temazo.... uf, a ver, voy a intentar ser escueta: tengo 44 años y llevo solo 4 años de mi vida feliz como perdiz comiendo lo que me viene en gana.. claro, he engordado, pero estoy más sana, así de claro. Me he pasado mi vida metida en una 38 cuando mi cuerpo tiene otro ser. Soy una tetona (si, eso. Tengo dos tetas enormes que siempre me han traído por la calle de la amargura) y mi body serrano no estaba hecho para esas lindezas made in mini_talla. Así que cada vez que cambiaba a una 40 llenaba mi casa de galletas y batidos reemplaza comidas, durante 20 años solo he desayudano café, té y cigarrillos; he vivido un tiempo en el que perdí el gusto por la comida... me reducí las tetas vía quirófano ... y todo para lucir tetas firmes y pequeñas y un culazo en talla 38. Una fortuna, mucha hambre y siempre floja. Estaba sana? No me jorobes! Ahora como más fruta en una semana de la que antes comía en un trimestre. Desayuno como una reina mora a base de pan con mantequilla y mermelada... a saco! mis tetas vuelven a estar grandes y frondosas (es verdad que ahora están en su sitio y no por el ombligo) y me siento de lo más fortachona: a las 12 de la mañana he hecho mi casa, una hora de ejercicio (si, si, deporte! yo que creía que no era mi cosa) me he ido al centro en bici a hacer las compras y he vuelto, la comida "ist fertig"...y hasta me tomo mi ratico con el portátil. Después, a por Lucas y a dar otro paseo y jugar... y lo que haga falta! Tengo una vitalidad que no he tenido en mi vida y eso que ahora tengo una enfermedad crónica de plasma sanguíneo que me produce anemia ferrosa de las tochas... y estoy más viva y vital que nunca!
ResponderEliminar¿Más gorda? si. ¿talla? 42, a veces 44 (y a tomar por saco!!!) ¿más sana? si (pese a todo). Yo ya no me engaño y me paso por el forro los que miran mi cara de pan con condescendencia a lo "ay_que_pena_con_lo_que_se_cuidaba_esta_chica" a la porra!!!! Mi chico, un fideo de 2 metros cuando le conocí, demasiado flaco para mi gusto, pero ahora está más potente desde que se subió a mi carro de "vamos a disfrutar, pequeño". Su ombligo se ha hundido una chispa, es verdad.. pero el mío también. Somos socios es en esto así que vamos a pachas. Si bajamos ritmo, lo hacemos los dos. No más bollos? pues nadie come bollo. No más salsitas? nadie las cata...Y con esto no transijo...
Me niego a que nadie me vuelva a encadenar a un bikini o a una talla 38. Soy libre y muy bolchevique cuando se habla de mi michelín! No consiento que nadie mida mi sesera por la talla que uso y mi autoestima es mía solo mía y no de un puñetero traje de baño:-)
Me quiero. Disfruto de la vida. Y ahora se, que mi vida es más sana y más completa. Estoy enseñando a comer bien a un pequeñajo y aquí todos comemos lo mismo, no se hace "comida para niños"... se come de todo! y de todo, es todo. Ahora, ejercicio, todos.
Lo que me escuece, es que asociamos operación michelín con comer sano y son dos cosas que no suelen ir juntas. Pocos dicen: voy a ir al supermercado( o donde sea) andando que tengo que bajar el michelín; hoy pedaleo un poco más que me he puesto morado a pastel... vamos a comer sano que vamos a adelgazar! Noooo! vamos a comer sano porque si. Porque es bueno para vivir mejor. Y si sabes comer bien y quieres adelgazar fijo que sabes lo que hay que hacer...
Y, querida, has tocado fibra: nada de que las féminas se ponen un platico de postre con 3 hojas de lechuga y los machotes un filetazo con papas. Ni de coña! una familia (a partir de dos)comen todos igual salvo problemas mayores... y el que diga que es que los hombres necesitan comer más que las mujeres... me lo como, a ver si engordo más!
Yujuuuuu!!!! por fin he podido hablar!!!!!
Madre mia! me he pasado ocho pueblos! mil chorris por la chapa:-)
ResponderEliminarLa verdad es que os hago la ola a ti y a Maite (Mai).
ResponderEliminarQué me gusta tu blog!
Miss Arantza: las galletas están ricas que te mueres (muac y remuac).
ResponderEliminarMaite: ay, casi lloro, jamía, no digo yo que después de leerla me haya reconciliado con los 12 kilos (eso los días buenos, los días malos pienso que son 20) que me sobran para estar no como yo era cuando me gustaba sino como era cuando no me parecía tan mal, peeeero ahí andamos.
En Portugal también se utilizan las legumbres como las alubias blancas para elaborar pasteles,yo la verdad es que no lo probé nunca.Me gustan tus galletas,pero el sirope de agave se puede sustituir por otra cosa?
ResponderEliminarBesos
Anónimo y Maïte: gente de poca fe. Que sí, que estas galletas pueden incluirse perfectamente en la alimentación de alguien que intenta cuidarse el peso (y que no quiere condenarse a una vida sin dulce). Pero recordad que no existen los alimentos "adelgazantes", ¿eh? Que la gente anda por ahí creyendo mucha patraña nutricional. El único alimento que adelgaza es el que se queda en el plato.
ResponderEliminar(Anónimo: la próxima vez, échanos una firmita. Anda. Que esto de dialogar con un sin rostro-sin nombre es un peñazo.)
Miriam, Laube, Margarida, Núria, Merche, Cris y Anita Cocinitas : ya sabía yo que no era la única que pensaba que esto de la operación biquini es un maldito invento sexista. Y que piensa que a algunos caballeros tampoco les vendría mal un control de la lorza rebosante. En cuanto a la originalidad de usar alubias en la receta, la idea no es mía. Me inspiré de un cocinero americano que le ha declarado la guerra al michelín. Y él a su vez se inspiró de la cocina asiática, que utiliza las alubias azuki en los dulces.
Monsieur Cocotte: es verdad que los hombres(y que me disculpen la generalización), tienen una relación especial con la carne. Como más primigenia. Igual son los genes de cazador-recolector, que se os agitan aún cuando oléis una chuleta a la parrilla. Es verdad que todos los varones poseen los mismos encantos que Hugh Jackman, monsieur. Sólo que en el caso de algunos varones, esos encantos están muy, pero que muy escondidos bajo una sólida capa adiposa. Si los suyos se le parecen aunque sea vagamente, mande foto, por favor. Que tengo una amiga soltera que se alegraría de conocerlo. Y yo de ver la foto. ;-)
Holly, Lucía y Almudena: el sirope de agave también puede sustituírse por miel. pero recordad que la miel no es precisamente baja en calorías. A mí gusta utilizarla porque es una forma de endulzar menos "vacía" que el azúcar, al menos tiene ciertas propiedades antibacterianas...etc. Y sabe rico.
ResponderEliminarMar: la Lupe, que conoce de cerca esto de la diabetes, me dice (y es una chica fiable) que el sirope de agave es prácticamente fructosa. Wikipedia parece estar de acuerdo con la Lupe. Así que no sé yo para la diabetes de tipo 2. Tú sabes mejor lo que puede comer tu padre. Pero como los diabéticos tienen que cuidar bastante lo de la alimentación (grasas, etc.), pues aunque tengas que adaptar la receta, probablemente que puede servir.
An: bueno, la tarta de queso también es una - deliciosa- muestra de cariño. Aunque no muy apta para la operación biquini. Pero qué demonios, un día es un día. Y tu señora tiene una gran fuerza de voluntad, si recuerdo bien.
Aracne: qué bien que la receta te sea útil. En cuanto a lo de comerlas de una sentada, desconozco la talla de tu biquini Aracne (minúscula, estoy segura :-), pero sé que a los hombres no puede gustarles dormir junto a una mujer angulosa, llena de aristas, qué incómodo.
Ata, Estoico Hermano: a ver, es que eso de los "alimentos de dieta" suele estar lleno de edulcorantes artificiales que saben como si uno hubiera lamido un clavo roñoso. Infectos. Y tú no necesitas desgrasarte, oh hermano. todo el mundo sabe que yo me llevé todas las células adiposas de la familia, en el reparto genético. Así que venga ese chuletón con patatas. Pero cuidado con el colesterlo, bro.
Lupe: señora, yo pensé mucho en usted, sus esfuerzos por conservar su cuerpo de diosa y el señor muy serio. Ahora ya sé que él no puede comer sirope de agave, pero bueno, yo lo intenté. (¿Y con qué le endulza las recetas, a este hombre? ¿Con esos aspartamos y cosas raras?)
Ka: ¡ah, las alubias de Tolosa! Si yo las tuviera disponibles, seguro que no las camuflaba en galletas. Y es que unas alubias de Tolosa piden a gritos unos tropiezos. De cerdo muerto, si es posible. (No estoy hecha para las dietas, está comprobado.)
Mai: ¿Qué puedo decir que no hayas dicho tú? Vivan las redondeces. Como ya he dicho en algún post anterior, cuando oigo a un hombre comentar lo que le pone de Scarlett Johansson (por poner un ejemplo), nunca he oído mencionar sus costillas. Ni ningún otro hueso :-). Lo que mencionan suelen ser las partes carnosillas. Teniendo en cuenta que la única persona con la que seguramente te acostarás toda tu vida eres tú misma, haces muy bien en quererte. Y bueno, ya conoces mi "filofofez". Lo importante es estar en forma y de buen humor. Una vida flaca y triste no me parece nada envidiable. En cuanto al problema de embutirse en el biquini, yo lo resolví hace tiempo: vivan las playas nudistas :-D.
Palmira: gracias por tomarte la molestia de organizar el HEMC de este mes. Valiente. Estoy contigo: es alucinante la cantidad de mujeres que están dispuestas a tomar pastillas y seguir regímenes absurdos que les fastidian la salud, todo por adelgazar. He llegado a oír cosas como: "Ya sé que estas pastillas contienen ingredientes ilegales que pueden producirte insuficiencia cardiaca, pero prefiero vivir menos y vivir delgada...". Sin comentarios.
Mirándola: que gracias, guapa. De nuevo.
Gin: Milady, muchas gracias por contarme el resultado. Siempre hace ilu que la gente pruebe las recetas y cuente qué tal le ha ido. Y yo de tu cuerpo serrano sólo he visto esa espalda apetitosa y esa mata de pelo de la foto, pero estoy segura de que tienes de todo, en las proporciones justas y en los sitios adecuados. Y además tienes carácter (lo digo por tus comentarios rotundos y jacarandosos) y sentido del humor. Si todo eso no le pone bruto a tu hombre y prefiere un esqueleto, cambia de hombre. Muac a tí también, reina mora.