domingo, 6 de junio de 2010

Recursos humanos (II): la discriminación positiva y yo. Muffins mayas.


Fieles lectores, aquí estoy de nuevo, vuestra minoría étnica preferida. ¿Os preguntáis qué he bebido? Sólo café, ni siquiera lo he perfumado con brandy, y es que yo escribo de muy buena mañana. Y no bebo, ni en el huso horario canadiense ni en el ibérico.

¿El desvarío sobre lo de las minorías étnicas? Y bien, nunca te acostarás sin saber una cosa más. En mi caso, esta semana mi búsqueda de empleo me ha hecho adquirir un nuevo estado, al que no tenía la más remota idea de pertenecer: mi etnicidad, adorados lectores, mi estatus minoritario y, toma Jeroma, étnico.

Efectivamente, andaba yo rellenando formularios sin fin en la superlativamente fea sala de espera del MICC, el Ministerio de la Inmigración y las Comunidades Culturales (sí, os lo juro) (esto del desempleo prolongado me ha hecho caer muy bajo, ya hasta quiero ser funcionaria), ministerio tan arcaico que prefiere que los candidatos se presenten vestidos de pingüino y rellenen papeles en los que tienen que copiar exactamente lo mismo que han escrito en sus currículums, que hubieran podido enviar en pijama desde el confort del hogar, cuando la amable funcionaria que revisa el correcto rellenado del papeleo repara en mi exótico nombre.

Amable Funcionaria es muy quebequesa : anda cerca de unos cincuenta muy bien llevados, vivaracha, con una vocecilla gorjeante mucho más joven que su rostro, más bien guapa, rubia (probablemente una rubia natural, con un tono artificial más claro que el suyo propio), corte de pelo audaz, ligero bronceado, ojos azules, maquillaje bien puesto sin ser excesivo, uñas acrílicas larguísimas pero no de un exagerado mal gusto, en torno a ella flotan efluvios de "Mademoiselle Coco", gafas de leer coquetonas con moderna montura fucsia, traje de chaqueta de un tono tostado conservador pero con un escote tirando a atrevidillo para un ministerio, respira el buen humor, las ensaladas frecuentes y las clases de spinning tres veces por semana.

Amable Funcionaria : -"Madame Toqueggggo Alvagggggguezszsz" dice, con visible esfuerzo, -"...no sé si está usted al corriente de la nueva política gubernamental sobre el empleo a las minorías".

Candidata (yo), cansada de haber pateado el centro con un calor tropical, cansada de estar en paro y bastante aburrida tras haber rellenado formularios diseñados por un psicólogo de la Gestapo experto en tortura, la -al salir de casa- impecable falda de lino hecha una pasa : -"¿Mmh?" Recordando sus modales y recordando que quiere que la contraten : -"Perdone, ¿a qué política se refiere?"

Amable Funcionaria, aún más vivaracha, visiblemente contenta de serme útil, recita : -"Y bien, en su formulario veo que usted es ciudadana canadiense nacida en el extranjero. Según la ley del 2001 de acceso a la igualdad en las oportunidades de empleo en los organismos públicos, ley que intenta contribuír a mejorar la representación en el cuerpo laboral del funcionariado de los miembros siguientes: las mujeres, los canadienses amerindios (entre los se incluyen los Inuit y los mestizos), los miembros de "minorías visibles" (personas que pertenecen a una raza diferente de la amerindia, pero que no son de raza blanca), las personas con una minusvalía física o mental, y las "minorías étnicas" (personas que no pertenecen a una minoría visible, pero cuya lengua materna no es ni el francés ni el inglés), leyendo los datos que figuran en su formulario, usted forma parte de una minoría étnica, madame Toqueggo." Amable Funcionaria toma una buena inspiración, bien merecida tras la perorata. Me mira sonriente, con dentadura recién blanqueada que grita ¡peróxido!.

Toma. Ya.

Candidata Étnica, un poco aturdida : -"Uh. Ya, euh, entiendo. Eso quiere decir..."

Amable Funcionaria, encantada de ayudarme, estira la sonrisa un centímetro más, cosa que hubiera jurado imposible, y termina mi frase : -"...que si usted accede a identificarse como minoría étnica marcando esta casilla, aquí," muestra con un boli, -"...y aquí, su petición de empleo se beneficiará de ese programa de inclusión."

Me siento un poco como si estuviera jugando al Scrabble de la discriminación positiva: mujer, vale dos puntos. Inmigrante latina, cuatro. Amerindia, seis. Pertenencia a otra raza que la blanca, ocho. Minusválida, diez. Mientras miro fijamente el formulario con mis ojitos grises y absorbo mi nueva (?) (todos pertenecemos a una) etnicidad, pensando en cómo una amiga mexicana o dos van a reírse (siempre me han llamado rostro pálido), todo un mundo de posibilidades comienza a abrirse ante mí. Yergo la espalda y me instalo bien en el asiento.

Bien apoyada en el respaldo de la silla, las manos entrelazadas sobre el vientre, miro especulativamente a la amable funcionaria y le pregunto : -"La identidad sexual... también puntúa?"

Amable Funcionaria, un poco sobresaltada, parece no haber entendido bien : -"¿P-perdón?"

Candidata Étnica : -"Quiero decir, ¿si el candidato es gay o lesbiana, travesti o transexual (pongamos que se ha implantado un pene), también existe una política ministerial para favorecer su contratación?"

En el momento preciso de haber pronunciado la palabra "pene", el funcionario de al lado y la señora en sari sentada frente a él han vuelto la cabeza hacia nosotras con una rapidez que va a producirles calambres cervicales esta noche.

Amable Funcionaria ha dejado de teclear, las gafas de leer le han deslizado hasta la punta de la nariz, me mira asombrada por encima de la montura boqueando un poco : -"Euh, erh, bien, que yo sepa, no--"

Candidata Étnica guiñando un ojo en un intento lascivo : -"...porque si usted me lo permite, tiene usted una boca golosona..."

Amable Funcionaria enrojece gradualmente de un rojo púrpura, como de remolacha, que comienza en el cuello y le termina en las orejas y no le favorece. Ahora farfullando : -"Oh. Ah. Bien. Gracias. Pero, eh, no creo que, uh--"

Candidata Étnica, inclinándose un poco hacia la mesa, disfrutando, con voz rauca y los ojos ligeramente entrecerrados : -"...rrubia. ¿A qué hora termina?"

Amable Funcionaria se afana de nuevo en el teclado, sin mirarme, nerviosa : -"Lo siento. Tengo pareja. Y no existe una política ministerial para favorecer la contratación de minorías gay."

Candidata Étnica, un poco ausente, gira el torso y mira pensativa hacia la ventana : -"¿En qué piso estamos? ¿Segundo, no? ¿Usted cree que si me lanzo por la ventana tendré suerte y saldré de ésta viva, con una paraplejia? Tres minorías valen más que dos, ¿no?"

Amable Funcionaria ha parado de nuevo de teclear, y fija su mirada en mí, incrédula. Algo en su expresión delata que está pensando en llamar a Seguridad.

Candidata Étnica hace a un lado la idea, con un gesto de la mano : -"Naah. Es broma." "Venga ese boli." Marca las dos casillas del formulario y firma. Devuelve el bolígrafo y los papeles a Amable Funcionaria, apoya la barbilla en una mano y suspira.

Amable Funcionaria se vuelve al ordenador, cautelosa. Piensa en que va a pedir un traslado a Hacienda. Allí no hay que lidiar con tantos locos extranjeros. Perdón, étnicos.


*******************

Entro en la barraca montrealesa. Monsieur M. está en el salón, sentado en el sofá, viendo las noticias con Alfonso en el regazo. Cuando me dejo caer a su lado, corta el sonido de la tele.

Monsieur M.: -"¿Cómo te ha ido en Inmigración, femme de rêve?" Se inclina hacia mí. Besito.

Candidata Étnica : -"Psé. Same old, same old. Currículum. Formularios. Me llamarán si hay algo que entre en mi perfil. He conseguido lanzar la palabra "pene" en una conversación con una amable funcionaria, y hasta estaba en contexto."

Monsieur M. estira sus interminables piernas y las cruza a la altura de los tobillos. Cambia de canal. Alfonso no parece afectado por el movimiento, porque sigue dormitando en su regazo como si nada. -"Ah, bon.", dice por todo comentario mi nórdico hombretón.

Momento de silencio. Los dos miramos la tele muda. Sólo se oye el feliz ronroneo de Alfonso. Me quito los zapatos y muevo los dedos de los pies, aliviada.

Monsieur M. añade, con calma : -"No sé qué es peor. Que no me sorprenda, o que te crea lo del contexto."


El paro me da ganas de cocinar cosas llenas de suntuoso chocolate, de lujuriosa nata. Con un poquito de picante, por lo de la irritación que me produce la monotonía del proceso de selección de seres humanos. Estos muffins mayas, resultado de un fracaso culinario al intentar inventarme unas trufas a la mexicana, cumplen todos esos requisitos. Y no saben a fracaso. Chocolateados como nunca, apenas son dulces (si sois muy golosos, aumentad la cantidad de azúcar). Son un sentido homenaje al pueblo que nos descubrió el chocolate. ¡Y son étnicos! (Puntúan doble).

INGREDIENTES

- 200 gr. del chocolate más negro y más fabuloso que podáis permitiros (90- 85 % de cacao), cortado en pedazos

- 1 taza y 1/2 de azúcar moreno

- 1 taza y 1/2 de suero de leche (buttermilk) o de yogur natural

- 2 tazas de harina tamizada

- 1/2 taza de nata líquida de montar, 35% M.G

- 1 cucharada de té de mantequilla

- 1 huevo

- 1 cucharada de té de levadura en polvo

- 1 cucharada de té de bicarbonato

- una pizca de sal

- 2 cucharadas de té de chile (o guindilla, o cayena si os véis muy mal) en polvo

- 2 cucharadas de té de canela


ELABORACIÓN:

Precalentar el horno a 180º. Como siempre, comenzar por tamizar y mezclar los ingredientes secos: la harina, la levadura, el bicarbonato, la sal, el chile y la canela (sabio toque maya).

En un cazo al baño maría, fundir el chocolate negro. Cuando esté untuoso y brillante, añadir la mantequilla, la nata líquida y revolver bien. Sacar del fuego. Mezclar bien con el azúcar, hasta que se disuelva completamente. Añadir el huevo batido. Mezclar bien.

Incorporar a la mezcla de chocolate los ingredientes secos en dos o tres veces, alternando con el suero de leche. No mezclar más de lo necesario.

Distribuir en los moldes previamente engrasados, y hornear los primeros 10 minutos a 185º, bajar el horno a 180º y hornear unos 20 minutos más, aunque el tiempo depende del tipo de chocolate que hayáis utilizado. Las diferencias en contenido graso (manteca de cacao) y en calidad, crean diferencias en los tiempos de horneado. El viejo truco de pinchar con un palillo en el centro y sacarlos del horno cuando salga limpio, es lo que mejor funciona.

20 comentarios:

  1. yo creo que le subiste la moral a la chica! ja! ja! estos muffins maya tienen una pinta increible!
    besitos

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  2. El paquete con la txapela, las albarcas y la txalaparta está en camino. Minoria sí, pero bien vestida!!

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  3. Veo una oportunidad perdida: si en lugar de "Naah. Es broma. Venga ese boli." hubieses dicho "perdón, es que a veces las voces me hacen preguntar lo que no debo" te daban más puntos por minusvalía mental, y sin tirarte por la ventana.

    Por cierto, que por aquí la compañía Green & Blacks vende un chocolate negro llamado "Maya Gold" muy práctico para este tipo de recetas, porque ya viene con canela, naranja y nuez moscada. Con el salen unos fondants estupendos.

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  4. estoy de un bajón increible y no veas como me he reido con todo tu relato, con todo, pero la afirmación final de tu marido es la leche ;)

    Muchas gracias por hacerme sonreir, salu2. Paula
    http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net

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  5. Jeeeejejejejeeeeeee. Manda webs... parece que los funcionarios son todos iguales, como una minoría étnica aparte... aunque sean de otro país... grrrrrrr.
    Con los muffns no me atrevo... no sé si me haría más daño la sobredosis de chocolate o el picante(sí, yo tb sufro en silencio).
    Un besuco.

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  6. Jajaja... madre mía. Lo que no te pase a tí. Me vas a decir que no te lo pasas mucho mejor buscando trabajo que trabajando...
    Tu señor esposo ya no se debe de extrañar por nada que le cuentes!

    La receta me parece magnífica, me la apunto.
    Muchas gracias por alegrarnos las mañanas de lunes!

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  7. Yo me pedía inuit (no pueden adoptarte, verdad?). Qué bueno!!!! Casi tanto como tus muffins, hoy me quedo con el chocolate. Un beso y sigue ahí!

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  8. Jajajajajaj...pobre funcionaria!!! hay que ser mala, eh!! jajajajajaj....

    Hace poco que probe el choco negro con chile y esta que te cag... ehhhh...hummm...muy rico, eso, muy rico...probaremos este chachi postre también!

    Besazo Srta, Minoria

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  9. Menudo enganche generas. Me pirra como escribes.

    Gracias por compartir.

    Ahora somos 101 :)

    Océanos de amor.

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  10. ¿Tú te sientes discriminada positivamente? Yo estoy deseando sentir esa sensación, porque la negativa llevo años con ella y me tiene un poco harta.
    Por cierto, qué habilidad la tuya lanzando la palabra pene en una conversación y encima en contexto ;-)

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  11. mmmm asi que ser diferente ayuda, o sea que si fuera homosexual, indígena hablando náhuatl,lisiado de la pierna, con ojos de cielo (uno azul y otro relampagueando), fuera inmigrante y por aí y hasta embarazado... ¿¿¿No deberían fijarse en tu capacidad???; Señor de los Thunder Cats ten piedad!!!!

    Me pasé buen rato leyendo esto. EXCELENTE blog, excelente blog.

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  12. A se me olvido, ¿te dieron la beca CONACyT?, perdón por traer viejas publicaciones.

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  13. Madame, eres mi héroa. Y me da igual que no se diga así. Heroína no suena como yo quiero.

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  14. ¡Has cambiado otra vez el diseño del blog! Me has hecho reir un buen rato, aunque a tí la situación seguro que no.
    Aquí hay un chocolate al pimiento de Espelette, pero creo que no picará tanto como tus muffins.

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  15. Ay... ¡tanto tiempo! Desde que me muevo más por flickr que por blogger te tengo muy abandonadita... :( Bueno, también tengo abandonadito mi propio blog...
    Pero hoy he decidido tomarme una tarde de esas de leer y ponerme al día de todo. Me he reído un montón con tu serie de Recursos Humanos, te echaba de menos :) La redecoración me encanta. Lanzo un reto: la próxima vez (si la hay) introducir las palabras arsa o lerele ¡y en contexto! Seguro que queda la mar de étnico ;-P ¡Besos!

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  16. Ivana: bueno, a mí siempre me sube la moral que me echen los tejos, venga del bando que venga ;-). Espero que a ella también :-).

    Ata: la txapela y las albarcas... vale. Pero la txalaparta... ¿no podrías haberte conformado con enviar un kaiku? (de los de borlas no, por favor). O un txistu, si insistes en lo musical. Es que me vas a masacrar el buzón nuevo, oyes.

    Miércoles: ya, siempre me pasa que a posteriori se me ocurren respuestas mucho mejores. Quizá por eso aún no he estado nunca en la cárcel. Porque se me ocurren más tarde, menos mal.

    Paula: encantada de haber ayudado a remontar ese bajón. Si encima de leerme rematas con los muffins, ya verás cómo terminas con él definitivamente.

    Dispersa: no, si la Amable Funcionaria era realmente muy amable, y sólo quería mi bien. Creo. Otro besuco.

    Anita Cocinitas: Efectivamente, mi consorte ya no se asusta de gran cosa. Si acaso, teme que el cielo vaya a desplomarse sobre nuestras cabezas. Yo intento disfrutar lo de la búsqueda de empleo, de verdad que pongo de mi parte, pero como que me gustaría encontrar un trabajo ya. * Suspiro*.

    Lucía: pedí adopción al pueblo inuit, pero me rechazaron. No sé por qué. Y mira que me gusta el pescado. Creo que debio ser porque tienen internet y pueden leerme. Otro beso.

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  17. Maïte: gracias, nosotras las minorías étnicas te agradecemos los besazos. Y no, no soy mala. Sólo soy una aprendiz de mala.

    Itzi: vaya, me habían dicho que engordo, pero nunca que engancho. Ahora va a resultar que soy estupefaciente y ni siquiera lo sabía. 101 besos.

    Anta: no, si yo no me quejo de la discriminación positiva. Vamos, si lo que pretendo es sacarle el mayor partido posible. Estoy pensando en sesiones intensivas de solarium, a ver si así aparento más latina de lo que soy.

    Emmanuel: gracias por el cumplido. En cuanto a lo de la discriminación positiva... se supone que la capacidad es el primer criterio para contratarte. Sólo que a igual capacidad, contratan al más exótico :-). No acabo yo de creerme esto, de verdad. En cuanto a la beca esa por la que preguntas... o me confundes con otra, o tengo muy mala memoria. Porque que to sepa, nunca he pedido una. Alguna he ganado, sí, pero sin ni siquiera pedirla. Vaga que soy.

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  18. Lupe: es verdad que héroa suena mejor que heroína. Más legal.
    No sé yo, Lupe. Lo de mi heroicidad es muy discutible. Lo de mi falta de escrúpulos, no tanto.

    María: chocolate y pimiento de Espelette suena estupendo. Sí, he remaquillado un poco al blog. Necesitaba un cambio de cara.

    Marona: entiendo perfectamente tu furor fotográfico. Especialmente cuando estás tan bien equipada para jugar, con tus objetivos y trípode, y esas cosas. Mira, lo "lerele" no sé yo, como que no me saldría muy natural. No tengo la "grasia" gitana muy desarrollada. "Pene" es una palabra mucho más fácil de colocar en cualquier conversación. :-)

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  19. Ay ya yaiiiii! me acabo de conectar después de unos cuantos días alejada de la tecla y el ratón y ahora me dejas pensando justo cuando tengo que ir a por el peque al kindergarten... cachis! me haces pensar que no tengo ni idea de como se dice pene en alemán ... cachis! ... que aquí no hay rollo étnico solo Ausländer y como mucho una puerta distinta para comunitarios o no... por lo demás somos todos Ausländer... pero ¿cómo me tomaría poder alegar mis lunares como estigma étnico? (tengo sangre del sur y por allí abajo los lunares son marcas muy de raza, ya sabes)... llegado el caso, ¿haría uso de ellos? es más, ¿haría uso de rotulador permanente para ganar más puntos? cachis, cachis! me dejas pensando en mis punticos,

    Hala, me voy corriendo... luego vengo y me leo la receta:-)

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  20. Hola ! en verdad es muy entretenido tu blog, me gusta como describes hasta el mas mínimo detalle y me imagino que estoy ahí mismo llenando la solicitud ..suerte en tu busqueda !
    Saludos

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