martes, 25 de enero de 2011

Saliendo del armario: Shit happens

Hay gente que últimamente me escribe diciéndome que echa de menos el que no publique más a menudo. Así, con amabilidad, con discreción y sin exigencias, y repitiéndome que no me reprochan nada (faltaría más), sino que se han acostumbrado a mí, que formo parte de la rutina semanal y de esas cosas que los reconfortan, como el cafelito, el periódico y el gato en el regazo. A mí me halaga mucho, y me sabe mal mentirles. Porque desde hace unas semanas sí que les he soltado alguna mentirijilla a mis fieles lectores. Que si no respondo a los comentarios porque lo de las navidades me tiene ocupada (bueno, fue bastante cierto), que si no tengo tiempo ni ganas de cocinar (bastante cierto, también).
Pero cuando recibí el correo de Elena en el buzón del blog me dije que tendría que acabar saliendo del armario. Os lo explico: Elena es una cordobesa que me lee casi desde que empecé a publicar. Esta mujer tiene mucha más gracia que yo y bastantes más arrestos, y además, tiene un cáncer de mama. Elena últimamente me lee durante las largas horas de quimio, y me escribió para agradecerme el trabajo que me pego escribiendo, y contarme que le hago reír y que eso le sienta estupendamente, y que le gusta ver fotos de la nieve y que aunque ahora mismo las recetas le revuelven un poco el estómago, está deseando terminar el tratamiento y volver a estar en forma para entrar en la cocina y probar alguno de mis postres.

Elena (y lectores como ella) son básicamente mi sueldo de bloguera. Lo que motiva que en lugar de hacerme la pedicura delante de la tele, como me apetece algunas veces, encienda el portátil y me ponga a escribir. Así que le he dado unas cuantas vueltas (no muchas), y he pensado en abrir a los lectores de Sirope de alce mi blog privado. Porque escribir escribo, aunque no lo haga en esta cocina. Y es que a veces mi realidad le puede a mis ficciones. Y como parece que en los meses que se avecinan voy a estar ocupada estando enferma a tiempo completo, quizá veáis que falto de vez en cuando a la cita semanal en Sirope y que los posts se espacian un poco. O cesan momentáneamente. No os preocupéis: no es un adiós. Es un hasta dentro de un rato.

Entretanto, podéis leerme aquí (si queréis entender de qué va todo esto, empezad por el primer post). Y si a alguien que esté pasando por lo mismo le resulta mínimamente útil, que me lo diga (siempre es terapéutico).


lunes, 17 de enero de 2011

Winter Wonderland (y van tres)

A riesgo de aburriros terriblemente, y como los ciclos y las estaciones me parecen algo reconfortante, algo que vuelve año tras año, y con lo que siempre podemos contar en pleno torbellino de una vida siempre cambiante, en medio de mi pausa invernal os dejo con unas fotos de un paseo en raquetas por Sutton, un rincón fantásticamente bonito de Quebec. Especialmente después de una nevada. Y es que en Sirope de alce no sólo los pasteles están glaseados, los paisajes también.