viernes, 7 de mayo de 2010

Pasteles "buena chica" de limón y semillas de amapola / Good-Girl Poppy Seed and Lemon Cakes / Gâteaux au citron "gentille fille"

Lo hiciste de nuevo. Empezaste a arrepentirte casi antes de haber terminado la frase, pero lo hiciste: invitaste a su madre a comer a casa este domingo. Y ya lo estás lamentando. Porque por mucho que te hubiera gustado que tu chico viniera de una raza especial de hombres que se reproducen por esporas, lo cierto es que tiene una madre. Y que dicha madre te odia, aún después de todo este tiempo, porque no puede perdonarte que le hayas robado a su niño. No, no hay manera de comentarle lo de Freud, y hablarle de complejos edípicos, y de que no le recomiendas seguir en ese plan porque al final de la historia Yocasta las pasa canutas.
Su odio es aún más sorprendente teniendo en cuenta que ni siquiera ha visto tus tatuajes, y que no sabe que una de las razones que hace que te conserves tan estupenda pasados los treinta son todos esos productos químicos ilegales que te soplaste durante la veintena. Y una cantidad ingente de martinis y cubatas (todo el mundo sabe que el alcohol es un conservante, como el formol).

Tu suegra se pasea por tu casa como Pedro por la suya, examina cada rincón, critica cada minucia y encuentra que educas mal a tus hijos, y tú corres a encerrarte en la cocina para ultimar los detalles de esa comida demencial de cinco cubiertos que has preparado, porque si te quedas otro segundo más en la misma habitación que ella, la explosión del Krakatoa va a ser como un petardo en comparación a la presión que estás almacenando con cada comentario de tu madre política. Y no quieres terminar soltándole algo así:
Imagen de Ed Polish & Warren Wotz

La solución: hacer que coma. Como intentar impresionarla con tus dotes culinarias probablemente sea tarea imposible, al menos mientras tiene la boca llena no critica. Y cuanto más coma, más sopor la invadirá en la sobremesa, y una siesta que la ponga fuera de combate puede salvarte la tarde.

Yo a las suegras hostiles tiendo a asociarlas con el limón, no sé muy bien por qué. Por lo agrio, quizás, y por lo clásico. Estos pasteles de limón, crema agria (como los comentarios de tu suegra) y semillas de amapola (porque adoras que aparezca en las fotos con algo entre los dientes), son delicados, clásicos, hogareños, llenos de sabor; harán las delicias de tu hombre, que no parece enterarse de nada (o se hace hábilmente el loco) y, quién sabe, a lo mejor hasta quedas como una "buena chica".


(Receta de Canadian Living)

INGREDIENTES

(Para unos 5 pasteles en moldes mini bundt, o para uno grande en molde de cake)

-1 taza (250 ml) de azúcar blanco

- 2 cucharadas soperas (25 ml) de corteza de limón recién rallada

- 1 taza (250 ml) de mantequilla sin sal, blandita (a temperatura ambiente), o de aceite vegetal de sabor suave (girasol o maíz)

- 4 huevos

- 1/4 taza (50 ml) de zumo de limón recién exprimido

- 2 tazas (500 ml) de harina blanca

- 2 cucharadas soperas (25 ml) de semillas de amapola

- 3/4 cucharadas de té (4 ml) de levadura en polvo

- 1/2 cucharada de té (2 ml) de sal

- 1/4 de cucharada de té (1 ml) de bicarbonato

- 1/2 taza (125 ml) de crema agria (o de yogur natural sin azúcar, si no podéis encontrarla)

Para el glaseado :

- 1 taza (250 ml) de azúcar glas

- 5 cucharadas de té (24 ml, aprox.) de zumo de limón

Para el baño en caliente :

- 2 cucharadas de té (10 ml) de zumo de limón


ELABORACIÓN

Precalentar el horno a 170º.

En un bol grande frotar entre los dedos el azúcar y la ralladura de limón hasta que el aroma del limón haya impregnado bien el azúcar. Este paso puede pareceros inútil, pero os aseguro que el sabor al final será mucho más intenso. Además, el azúcar es un exfoliante estupendo: os dejará las manos suaves como el trasero de un bebé :-).

Batir la mantequilla con este azúcar hasta que tenga un aspecto ligero y blancuzco. Añadir los huevos uno a uno, batiendo bien. Echar el zumo de limón y seguir batiendo. Bajar la temperatura del horno a 165º.

En otro bol, mezclar con un tenedor la harina, la levadura en polvo, la sal y el bicarbonato tamizados con las semillas de amapola. Añadir gradualmente (en tres veces) esta mezcla de ingredientes secos a la mezcla de mantequilla, alternando con la crema agria (o el yogur), en dos veces. Verter la mezcla final en moldes mini bundt previamente engrasados y enharinados, o en un molde de cake.

Hornear a 165º hasta que pinchéis el centro de uno de los pasteles y el palillo salga limpio, unos 30 minutos para los moldes pequeños, una hora para el molde de cake. Más o menos. Ya sabéis que cada horno tiene su propia personalidad. Los pasteles serán pálidos, así que no os fiéis del color para saber si están hechos. Preparar el glaseado y el baño en caliente durante el tiempo de horneado.

Dejar enfriar un poco los pasteles encima de una rejilla. Desmoldarlos cuando aún estén templados.


Glaseado:

Mezclar bien el azúcar glas (previamente tamizado) y el zumo de limón en un tazón, hasta que el azúcar haya desaparecido en la mezcla blancuzca. Dividir en dos partes iguales.

Baño en caliente (para "emborrachar" los pasteles):

Añadir las dos cucharadas de zumo de limón a la mitad del glaseado, mezclar bien. Untar los pasteles de este baño mientras aún estén templados, utilizando una brocha de cocina. Dejar enfriar. Cuando los pasteles estén completamente fríos, dejar gotear con arte la otra mitad del glaseado más espeso (si se ha secado demasiado durante la espera, diluirlo con unas gotas de zumo de limón). Este glaseado final endurecerá y formará una deliciosa costra azucarada. Como la que te gustaría que tuviera tu suegra.

18 comentarios:

  1. Cada día me gustan más tus fotos. Al próximo que me diga que las fotos bonitas dependen de tener un buen equipo lo envío para acá con una patada en el trasero de propina ;D ¡Buen fin de semana!

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  2. Ay, estos pasteles se me han quedado tatuados en la retina. Tengo todos los ingredientes en casa, plus el molde de mini gugelhupf que me se me antonjó hace tiempo cuando vi una monada de esas, precisamente, en el blog de la autora del primer comentario... esto es todo un círculo que se cierra. El destino que me está llamando para que vuelva a meterme en la cocina. Una receta inspiradora, sí, señora. Pero como no tengo suegra alimonada tendé que buscar otra víctima ;-D

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  3. hola, yo también, lo primero que he hecho es mirar si tengo los ingredientes, necesito hacer ésto ¡ya!pero tengo que conseguir las semillas de amapola, esas que se quedan entre los dientes, en este caso, de tu suegra... bueno, muchas gracias, además de una buena receta, he pasado un buen rato leyendo tu post!!
    besos

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  4. Pero qué pinta... Yo a mi suegra la tengo bien lejos.... Ufff!!! Pero no te preocupes que puedo probar la receta sin ese ingrediente. Ja,ja.....
    Las fotos también me gustan a mí... Por cierto... todavía no nos has contado cual era tu secreto para las telas que aparecían en las fotos. (Me acuerdo que no eran retales ni servilletas...)
    Saludos

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  5. Una cosa que se me acaba de ocurrir: Si frotar el azúcar con la ralladura de limón te exfolia las manos, ¡eso quiere decir que vas a dejar pequeños restos de tu piel muerta en los pasteles!
    Estoy segura de que aún así estarán buenísimos :)
    Coincido con Marona: las fotos son muy bonitas.

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  6. Pues como han dicho las anteriores, las fotos son preciosas, el molde me produce una alimonada envidia, y lo prepararía aunque mi suegra sea un encanto.
    Un beso.

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  7. jajajajajajajajajaja. Qué bueno!. Yo tengo suerte, mi suegra vive lejos, pero creo que nos llevamos relativamente bien, aunque quizás sea porque vivimos lejos... jejejejejejejej
    Me han encantado tus pasteles!
    Un besosteeeeeeeeee

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  8. Increíble!, estos tiene que estar de miedo, como para tirar la operación bikini pir la ventana, seguro que estás feliz de que por fin fueras a utilizar tus bonitos mooldes de mini-bund cake.Espero que le hayas adicificado covenientemente la comida a la suegra.

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  9. Puf! mundo madre de él... tremendo pastelón! si en mi comentario anterior me pasé ocho pueblos, con este corono los ocho mil! muy tremendo! eso si, cuando se sienta a comer.. muda! y cuando digo muda es completamente muda. No hay quién le arranque un "uhm, que bueno"... nuestra retorcida maldad nos ha llevado a hacer diálogos algo malicosos en la mesa al estilo: "pero qué rico está esto, cariño..." contestación: "uhmm... verdad? no recuerdo haberlo cocinado tan rico en mi vida" respuesta: "es verdad, nunca tan rico como hoy"... ella, impasible, mascando a dos carrillos y con cara de "longui" (a lo habla chucho que no te escucho)... días después, como quién no quiere la cosa, a veces me sale con un "por cierto, tienes que pasarme la receta del aquel lo_que_sea que tanto le gustó a Günter"... toma! eso! por si me muero de un patatus que el Günter no se quede sin su plato rico... y los postres de limón, por cierto, sus preferidos; así que me temo, que para la próxima estos pastelillos tienen que caer.. a ver si le cae ella también en la trampa del pero_que_rico...
    bsssssssssss

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  10. Mi suegra es suegra, así que no puede evitar ponerse amarillo limón cada vez que viene a comer y ve que su "niño", que con ella no comía nada que no fueran tortillas de patata y calamares rebozados, conmigo come de todo y repite de todos los platos. Así que nada, como sé que aunque estén que te mueres no va a decir que están ricos, se queda sin cosas de limón de éstas. Me las comeré yo con mis polluelos. Muájajajajajaja (léase con tono de risa cavernosa)

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  11. Será extraño pero mi suegra no responde al prototipo habitual...es un cielo, y estoy convencida que este pastel le gustaría y me diría "que rico que esta" y en caso contrario...."no cariño es que a mi los postres...".....ay las suegras....
    besos

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  12. Hola, Arantza! Yo con mi suegra me llevo bien, la verdad (suerte que tiene una), pero sorprenderla en la cocina imposible. Así que me apunto este postre... seguro que arraso! Un beso!

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  13. ¿Buena chica? ¿A quién vas a engañar, mujer malévola? Das demasiada hambre y demasiada envidia.

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  14. Kaixo Arantza,
    no sé dónde he estado metida (bueno sí lo sé, pero es una triste historia) que no había reparado en la existencia de esta maravilla de blog. Desde ya me declaro rendida admiradora de tu cocina y de tus hilarante manera de escribir. Y encima me pones ilustraciones de Polish & Wotz con lo que me gustan! (Hasta ahora mis preferidas eran "I haven't had my coffe yet don't make me kill you" y "Amazingly enough I don't give a shit") A mi siempre considerable montaña de lecturas en papel atrasadas ahora tengo que añadir un montoncito de lectura virtual, a saber, todos los posts de tus dos blogs.
    Me parecen riquísimos estos mini bundts, te los copiaré para mí misma y mis seres queridos entre los cuales no cuento ya a mi suegra (a decir verdad nunca entró en tal categoría) porque estoy haciendo los trámites para divorciarme de ella (en realidad de su hijo, pero por suerte ella va en el lote)
    Un abrazo de una uruguaya de nacimiento, madrileña de adopción, de influencias vascas y andaluzas y con medio corazoncito que se le quedó en Italia (como ves yo también soy un buen cruce)
    Hasta pronto!
    :-)

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  15. Hola Arantza, nunca te he comentado, pero que sepas que me encanta tu blog,me encanta tu humor y de tus recetas...mejor no te cuento!!Te seguiré por aqui...besos Laura.

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  16. Marona (y María): ooh, gracias. Y yo que te envidio -sanamente- tus fotos, Marona, por lo "falsamente sencillas y depuradas" :-) (y es que hacer algo simple suele ser bastante difícil). A mí me da que en lo fotográfico, Marona, tú eres zen y has conseguido eliminar el apego :-D. Para tomar fotos bonitas, como para casi todo en esta vida, yo creo que hay que querer y echarle ganas. Y una cámara réflex tampoco vendría mal. O al menos un trípode... Pero bueno, yo me las arreglo con las ganas. Y un par de listines telefónicos :-)
    María: en algunos casos sí que son retales o servilletas. En otros...aah... de verdad que un día haré un "making of" :-)

    Noema: Vi cómo te quedaron, y tenían mejor pinta que los míos. ¿Qué tal supieron? Por cierto, que los moldes mini-bundt, o mini-lo-que-sea me gustan cada vez más. Se congela estupendamente, y la ración individual siempre parece más cuca.

    Antonia: también puedes hacerlos sin semillas. Les dan un toque bonito, sí, pero estoy segura de que sin ellas también están buenos.

    Merce: bueno, yo me lavo las manos antes de cocinar :-) y es que eso de que en cocina -o en lo que sea- pueda aspirarse a la asepsia total, no lo tengo yo muy claro... ni siquiera me parece algo deseable. Y estoy segura de que son esos toques tan poco asépticos los que hacen que las cosas estén ricas :-).

    Ajonjoli, Laube, Núria y Lucía : vaya, me alegro de ver que el estereotipo de la suegra malvada es eso, un estereotipo, al menos en vuestro caso.

    Cris: bueno, mi suegra murió el año pasado, y la verdad, era un encanto, una gran fan de mis postres y me adoraba, así que esto no se le aplica. En cuanto a la operación biquini, yo no la practico (o la practico todo el año, según como lo mires). Así que de vez en cuando me permito una cosita de estas.

    Mai: tu suegra es como son las suegras clásicas. Tú persevera: atácala con limón.

    Gin: ¿tu también tienes una de esas suegras que antes morir que hacer aprecio a algo que hagas por ella? Yo sería aún más perversa, Gin: haría los postres para mí y mis polluelos, pero en el mismo día que ella viene a comer. Así me aseguro de que la casa huela bien a bizcocho. Y luego me aseguro de no sacarle uno de postre. Un yogur, y va que arde.

    Lupe: (cabizbaja) nada más lejos de mi intención de sabotearle a usted la nutrición, señora. Pero es que yo soy así, padezco de "postrefilia" aguda. Le prometo que le voy a inventar un postre delicioso y nutricionalmente amable. Y que se lo dedico. De nuevo.

    Fabi: tú has encontrado la solución: divorciarse de la suegra. Bienvenida a esta cocina, Fabi. Esperamos leerte de nuevo.

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  17. Laura: tu también bienvenida por aquí. Un saludo.

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  18. NOOOOO, NO quedaron mejor que los tuyos. Eso sí, después del glaseado estaban algo más monos y tuvieron un gran éxito en la comida familiar a la que los llevé ;-D

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