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Interior, noche. Mi buena amiga Lady D., Flaming-Hot-Sister y una servidora. Cocina montrealesa, después de una cena de sábado con amigos y familia : ensalada, paella versión basmati (y que viva la interculturalidad), tablita de quesos de rigor, pastel de chocolate negro y espresso "Wake-up-and-smell-the-coffee Dark chocolate Cake".
Panzas llenas y espíritus satisfechos, la sección femenina se junta en la cocina mientras preparo cafés, tés y tisanas, y monsieur M. se hunde en las profundidades de su taller del averno, en el sótano, acompañado de la sección masculina, que quiere ver su última adquisición: una sierra angular. La próxima vez que haga comentarios jocosos sobre nuestras sesiones de probadas de ropa, sacaré a relucir el tema de tres hombres babeando de admiración delante de una herramienta de ebanistería. Pero hoy no, que le toca fregar.
El ambiente se presta a confidencias. Nuestras conversaciones siempre tienen ese interés añadido de ser intergeneracionales (mi cuñada es una alegre quincuagenaria, Lady D. está en la espléndida cuarentena y la autora de estas líneas, al final de una treintena incierta) e interculturales, en mi caso, además de ligeramente desvergonzadas, característica propiciada por las botellitas de tinto consumidas durante la cena.
Pregunto por la vida amorosa de Lady D., que desde este verano, cuando se fue de turismo ciclosexual con un apuesto (y considerablemente más joven que ella) acupuntor y masajista, se ha puesto de lo más interesante. El ánimo de mi amiga parece decaer un poco.
Yo, enchufando la kettle y poniéndola en marcha : -"¿Qué ha pasado? Todo parecía ir bien con él."
Lady D., con cara resignada, aprieta su taza entre las dos manos : -"E iba bien. Durante algunos meses. Pero se terminó."
Flaming-Hot-Sister, para de buscar el café en el armario, y la mira con empatía : -"Oh, no. ¿Habéis roto?"
Lady D.: -"Digamos que hemos decidido dejarlo de mutuo acuerdo. Incompatibilidades mayores."
Tanto Flaming-Hot-Sister como yo guardamos un momento de silencio respetuoso. Evidentemente, nos morimos por saber qué ha pasado, pero éste es un país de cultura parcialmente anglosajona, y una no se lanza de cabeza en la vida íntima de los demás sin que le den permiso. Mi cuñada palea cucharadas de café en la cafetera y yo saco el té. Lady D. siente la pregunta que flota en el aire, y decide confiarse:
Lady D.: -"Incompatibilidades de carácter sexual, si queréis saberlo todo."
Flaming-Hot-Sister y yo enarcamos las cejas. Mi asombro debe de pintarse claramente en mi cara. Lady D. no es una monjita de clausura, es una mujer con experiencia y que sabe lo que quiere, y su toy boy parecía ser el sueño dorado de cualquier mujer madura en forma...
Lady D.: -"Ya, ya, al principio él parecía el hombre perfecto, el amante ideal. Tenía incluso posibilidades para convertirse en algo más duradero. Joven, inteligente, divertido, guapísimo, deportista, amable, abierto..."
Yo, interrumpiendo mi trabajo, con mirada lejana : -"Masajista, escalador, cuerpo de dios griego..."
Flaming-Hot-Sister, sacando la leche del frigo, más prosaica : -"Divorciado. Sin antecedentes penales. Dentadura completa."
Yo, soñadora, una mano aún en la puerta del armario: -"Una historia a lo Vizinczey, a lo "El lector"..."
Flaming-Hot-Sister completa : -"Pero legal." Siempre práctica.
Lady D., mirándonos, un poco cortante: -"El problema se resume básicamente en: demasiado joven y abierto."
Flaming-Hot-Sister, vertiendo leche en una jarra, cínica como sólo ella sabe serlo : -"Si ésos son sus únicos problemas, pásame su teléfono, nena."
Lady D., vehemente: -"No, de verdad. ya sabéis que Guy era bastante más joven que yo..."
Flaming-Hot-Sister y yo, a coro : -"¿Y?"
Lady D. carraspea un poco, incómoda: -"Pues ya sabéis cómo vive el sexo su generación..." Me mira, y puntualiza: -"... tu generación, vaya... " Hace un gesto vago con la mano en mi dirección.
Flaming-Hot-Sister: -"No, no lo sé. Y no es por falta de ganas de averiguarlo."
Yo, azorada: -"Euh, no sé muy bien qué quieres decir con eso, pero Guy es más joven que yo, acaba de salir de la veintena, como quien dice... y no ha sido neurotizado sistemáticamente por una educación católica, como es mi caso..."
Lady D. y Flaming-Hot-Sister, escépticas, al unísono: -"Ya."
Yo, agitándome un poco, incómoda: -"No, en serio. Hice toda la primaria y la secundaria en un colegio de monjas. Mi Santa Madre es católica practicante, y mucho. Desde que tengo memoria, Santa Madre cambiaba compulsivamente de canal cada vez que había un mínimo riesgo de escena de sexo en una película. Cortaba hasta los besos. No veáis lo que me costó aprender, la única referencia visual que tenía eran caras que se acercaban. El resto, puro suspense. Durante toda mi adolescencia, cada vez que besaba a alguien, tenía la sensación de que mi madre iba a hacerlo desaparecer a golpe de mando a distancia."
Flaming-Hot-Sister, apoyándose en el mostrador y mirándome, especuladora: -"Pues pareces haber superado tanto trauma y culpabilidad católica. Lo digo por esa tarde "Tuppersex" a la que nos invitaste por tu cumpleaños..."
Lady D., asintiendo: -"Nunca he visto a nadie informarse sobre vibradores de dos cabezas con tanta soltura."
Yo, bastante roja: -"Pura curiosidad antropológica. Dinamismo intelectual."
Flaming-Hot-Sister, con media sonrisilla: -"Por no hablar de tus búsquedas web, ya sabes, "Johnny Boy y su calabacín"...
Yo, rojísima y a la defensiva: -"Estaba. Buscando. Recetas."
Lady D. y Flaming-Hot-Sister, incrédulas en coro: -"Ya."
Me afano con la tetera y el colador.
Lady D.: -"No es que yo me oponga a experimentar un poco. He vivido mis fantasías, todo eso. Pero es que esta generación que ha crecido con tanto porno accesible por Internet, no sé, van a otro ritmo. Un ritmo que yo no soy capaz de seguir. Me he topado con mis límites."
Flaming-Hot-Sister y yo, intrigadísimas : -"¿Qué quieres decir?"
Lady D., suspirando : - "Que no creo que una relación sexual satisfactoria tenga que implicar forzosamente una cámara web, tres personas más, un setter irlandés y un accesorio montaclaras."
Claro que no. Dónde vamos a parar. Un setter irlandés... Si con un foxterrier hay de sobra.
ResponderEliminarvaya, como viene la juventud!!!, y dónde ha quedado eso de: es mejor insinuar... juer que marcha tienen!!! (y que conste que tengo 36 :P, pero claro, ya no soy joven :S)
ResponderEliminarSalu2, Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
Sé que pasaré varios días dandole vueltas a lo del setter y el montaclaras....lo sé...lo sé...de repente he visto mi vida sexual desde la perspectiva de una ameba....grrrrrrr...
ResponderEliminarUn casto besito
Lo del setter y la multitud me parece excesivo, pero lo de los jovencitos es un fenómeno cada vez más normal y más exitoso,gracias a Dios, en nuestro país de carcundia pura y dura.Tantos años quejándonos del tópico hombre mayor con jovencita y cuando lo igualamos nos cae el sarcasmo del "toy boy" encima.Con lo monos que son...
ResponderEliminarPues respecto al setter y compañía, será cuestión de organizarse ¿no?
ResponderEliminarAl menos no cogió un gancho de amasar.
ResponderEliminarHay que darle una oportunidad al chaval... Por considerado.
Joerrr, lo del montaclaras... qué dolor, no? XD
ResponderEliminarPero... ¿un accesorio montaclaras eléctrico, o manual? que la cosa cambia mucho, eh.
ResponderEliminarJeje! Lo bueno de ir para madurita interesante es que el sexo es cada vez menos complicado y más divertido. Y claro que la cosa cambia de la batidora manual a la eléctrica, Gin, por lo de la corriente y las humedades, pero yo el erotismo no se lo veo por ningún lado. Llamadme antigua.
ResponderEliminarQué bueno!!!! La historia es estupenda... Y felicidades por los 2 años, que no había pasado antes! Un beso!
ResponderEliminarA ver qué dirían de mí, que justo he llegado a la treintena... Lo mejor: «Durante toda mi adolescencia, cada vez que besaba a alguien, tenía la sensación de que mi madre iba a hacerlo desaparecer a golpe de mando a distancia.»
ResponderEliminar¡Qué sofisticados!
ResponderEliminarYo soy más del estilo del cartero. El que siempre llama dos veces, digo. Con una mesa y un poco de harina nos apañamos perfectamente.
Esperanza.
Uauuu lo que se aprende a estas alturas :D
ResponderEliminarLupe: un foxterrier. Francamente... qué guarrona.
ResponderEliminarPaula: Lo de insinuar se ha quedado probablemente en el mismo sitio que esa antiquísima costumbre de no enseñar la ropa interior por encima de los vaqueros. Por cierto, reina mora, yo tengo 37, y sigo siendo perfectamente joven :-).
Maïte: no le des vueltas ni te dejes acomplejar, guapa. En el sexo, es un poco como en la cocina: está bien animarse a probar recetas nuevas, para que la rutina no disminuya el apetito, pero los buenos y viejos clásicos siempre gustan a todo el mundo. Toma metáfora :-D.
Cris: cierto, cierto. En mi calidad de "jovencita" con hombre mayor, puedo decir que ambas situaciones tienen sus ventajas. Por ejemplo: yo siempre seré la jovencita de mi pareja, incluso en la tercera edad ;-).
Noema: yo creo que sí. Me imagino un sistema de números, como en la frutería: "Disculpe: ¿quién es último?"
Los viajes que no hice: o una placa de pizza. I
Miriam: no subestimes el entusiasmo erótico de algunas personas.
Ginebra: mh, ¿algo que contarnos, Gin? ¿Quieres compartir alguna experiencia?
Aracne: claro. Donde esté un buen exprimidor, que se quiten estos artilugios último grito.
Lucía: gracias, gracias. A veces me da un cierto miedo que un contratador potencial lea estas cosas, se las tome en serio y yo no encuentre trabajo jamás...
Ander: qué bien, en tu caso, puedes sentirte el "toy boy" de J. :-). Para referencias indumentarias, te aconsejo inspirarte del personaje del cow boy, interpretado por Brad Pitt en "Thelma & Louise". Puso bruta a toda una generación (la mía), tanto hetero como gay.
Esperanza: oh, qué imagen tan estupenda y culinaria. Pero harina de integral o polenta no, ¿eh? Que pica.
Maria José: uf, pues ni te cuento si googleas "calabacín" en inglés. Nunca volverás a ver esa verdura con los mismos ojos.
jejeje... he entrado a pasear a menudo por aquí... y te felicito por el contenido de tú blog y por supuesto por las recetas... ( hoy mismo me pongo con las crèpes y mi crepera nueva.. ;-))) pero debo de aplaudirte por este texto.. me ha encantado...
ResponderEliminarY si a algunas generaciones más "maduras"... nos da tanto miedo las nuevas generaciones y su "sabiduría internauta"... lo mejor que podemos hacer es aprender de ellos-as... y compartir ideas, fantasías, información...
Yo sólo puedo decirte que intento aplicar la misma motivación en mis escaladas y montañas
( como en otros "menesteres"..) y por ahora no me va nada mal... ;-))))
PD.- Y tú nuevo aspecto... fantástico... ;-)))
Jajajajaja no veas como me he reído. Olé estas reuniones improvisadas que duran lo que se hace el café
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