sábado, 20 de agosto de 2011

Descanso estival

No, no me he olvidado de este blog. Estoy descansando. Y celebrando. A los que aún no saben qué demonios estoy celebrando, pueden leerlo por aquí. Además, la cocina montrealesa tiene visita ilustre. De nuevo. Su amiga Cocinera Intercultural ha desembarcado en tierras quebequesas, cargada de regalos berlineses y de ganas de conocer Montreal a fondo y Quebec todo lo posible. Durante seis semanas, Cocinera Intercultural y la que suscribe se sacrificarán y probarán la cocina de diferentes puntos de la Belle Province, como las intrépidas y aguerridas exploradoras gustativas que son (no es la primera vez que se lanzan a la exploración juntas). Todo ello en aras de la ciencia y del avance de la cultura gastronómica de sus lectores, claro. Si tenéis curiosidad por saber qué andamos haciendo -y comiendo-, ella lo cuenta muy bien aquí. Podéis acompañarla en su visita siguiendo sus postales.

Nos vemos al final del verano. Entretanto, tan poco tiempo y tantas cosas ricas por probar...

viernes, 5 de agosto de 2011

Mascarilla exfoliante: una receta vía tópica

Monsieur M., delante del frigorífico abierto, la expresión acusadora, muestra la prueba del delito: un bote de 500 gramos de yogur griego ultracremoso, 18% de materia grasa: -"Creía que estábamos a dieta, mon p'tit loup."

Esposa Indigna, muy digna: -" estás a dieta, mon grizzly enragé. Yo simplemente intento controlar mi colesterol." Está sentada a la mesa leyendo, y luce una camiseta rosa con el logo "Brave Bitch" en letras brillantes.

Monsieur M., escéptico: -"Ya. Bueno. Es lo mismo. Yo intento adelgazar la tripa, tú intentas adelgazarte las arterias. El caso es que no vamos a deshacernos de lo que nos está acolchando el cuerpo con yogures ultracremosos con casi 20% de grasa. Jolín. ¿Cómo quieres que vea esto en el frigo y me ponga a comer yogur desnatado? ¿Estás intentando torturarme?"

Esposa Indigna: -"No vas a comerte ese yogur griego. Nadie va a comerse ese yogur griego. Es para hacerme mascarillas."

Monsieur M., aún más escéptico: -"Mascarillas. Claro. Imagino que serán mascarillas bucales."

Esposa Indigna finge no escucharle, y sigue hojeando su libro "100 recetas de cosméticos naturales".

Monsieur M.: -"Como me vuelvas a echar la bronca cuando intento comprar salami te voy a decir que las lonchas fresquitas son buenas para descongestionar los párpados."

Esposa Indigna adopta un aire ofendido. Le queda bastante falso, la verdad.

Monsieur M., con cierto resentimiento acumulado, señalando a la despensa: -"Imagino que el bote de Nutella será para usarlo como hidratante. Y el chocolate Lindt con pedazos de caramelo a la flor de sal ¿para qué es? ¿Para las pedicuras?"

Esposa Indigna, seria: -"Claro. Para limarme las asperezas de los talones."


MASCARILLA FACIAL DE YOGUR Y AVENA

(Esta mascarilla, nada engordante si se aplica únicamente vía tópica, es refrescante, hidratante y ligeramente exfoliante y clarificante -por la acidez del yogur- y calma la piel irritada por el sol, el cloro de la piscina y la sal del mar. Está especialmente indicada para pieles mixtas y grasas, aunque conviene a todo tipo de piel. Es de uso único: se utiliza inmediatamente después de prepararla.)

INGREDIENTES:

  • 1/2 taza de yogur natural sin azúcar, mejor entero que desnatado.
  • 1/2 taza  de copos de avena para gachas (o, para pieles sensibles y secas, una cucharada de té de harina de avena, os ahorrará el paso de moler los copos)
  • 1 cucharadita de té de miel (la miel tiene propiedades antisépticas)

PREPARACIÓN:

Pasar los copos de avena por el molinillo de café sin insistir demasiado, hasta que queden molidos de manera desigual (queremos que quede algún pedacillo grande de avena). Mezclar todos los ingredientes en un tazón, aplicar (en la cara, no sé si es realmente necesario decirlo, caray), y dejar reposar de 10 a 15 minutos. Utilizar la mascarilla como excusa para que los niños os dejen en paz, ya que si os paseáis con ella en la cara, os arriesgáis a pringaros la ropa y la casa. Aclarar con agua tibia. Si habéis utilizado los copos de avena enteros, frotar suavemente haciendo círculos, para utilizarlos como exfoliante. Secar delicadamente e hidratar como de costumbre. Admirar vuestra belleza inigualable.