domingo, 30 de mayo de 2010

Desayuno iluminado : Brioche matinal "huevos fritos" / Enlightening Breakfast : Sunny Side Up Brioche / Déjeuner "illuminé" : Brioche aux abricots

Es sorprendente cómo a fuerza de leerme todas las semanas, algunos lectores fieles se sienten tan cercanos a la que suscribe que hasta les preocupa su destino. Algunos me dan fe de estas preocupaciones con maternal vigor en los comentarios, otros me hacen reproches y recriminaciones por correo electrónico.
Me parece algo sorprendente y un poco enternecedor esto de que tanto desconocido sienta que le concierne lo que me depare la suerte. A ratos también me parece un pelín aterrador. Pero son los menos. Hay lectores que se preocupan sobre mi futuro laboral, hay lectores que se inquietan por mi salud mental, y otros que se hacen mala sangre por mi salud física. Y luego están los que temen por la salud de mi alma. Hay que decir que he dado motivos de inquietud a los tres primeros grupos. A los últimos, creo que en el pasado también les he dado razones para temer mi condenación eterna.

Desde que apostaté (y no, no me ha fulminado un rayo divino), parece que los altos representantes de varias religiones siguen poniéndose de acuerdo para competir a ver quién hace la declaración más majadera y confirmarme así que tomé la decisión correcta. Podría escribir un post muy largo sobre el tema, pero creo que no diría nada que gente como este señor no haya dicho ya, de forma más divertida, concisa e inteligente que yo.

No tengo ganas de lanzarme a una apología enardecida del ateísmo, aunque sigo pensando que a pesar de estar en el siglo XXI, el siglo de la ciencia y la tecnología, en la era de la lógica, las voces de los no-creyentes y de los agnósticos se dejan oír muy poco: cuanto más oigo las noticias, más cerca me siento de las Cruzadas. Pienso que hacer proselitismo del ateísmo lo convertiría en algo similar a lo que estoy intentando dejar atrás. ¿Qué por qué hablo relativamente a menudo del tema? Bien, porque en mi calidad de mujer y de mujer feminista, creo que tengo que hablar del tema. Ser mujer, feminista y contar aún entre las filas de católicos es como ser judío y neonazi. Una gran incoherencia ideológica. No es mi objetivo que los lectores adopten el dogma del ateísmo: mi intención es más bien que practiquen sus creencias o sus no creencias en la consciencia. Que dediquen un poco más de tiempo a la duda, ése gran profesor, y un poco menos a profesar.

En esta era de convencidos iluminados, nada como un buen desayuno de las luces, una receta soleada de brioche con albaricoques, para eliminar tinieblas y oscurantismo, y empezar el día de forma lúcida : un buen sistema de iluminación para terminar con los iluminados, si me permitís el juego de palabras más bien tontuelo y redundante. Servir a los primeros albores, acompañado de una dosis apropiada de cafeína, y de libros como éste. Comenzaréis la jornada con los ojos bien abiertos.

Mejor me aplico a lo mío: la receta. Porque me releo y veo que me está saliendo un post con un tufillo pontifical...


La razón por la que este delicioso brioche de mantequilla, relleno de crema pastelera y albaricoques, ha sido bautizado (y dale) brioche "huevos fritos", es bastante evidente: no tenéis más que ver las fotos.

La receta, que sale espléndidamente buena, está sacada (con toquecito personal) de este libro del que ya os he hablado mucho, y que se ha convertido en mi evangelio para las masas (de pan y de brioche. No de fieles. Por seguir con la metáfora religiosa).

Parece mucho más complicada de lo que realmente es. Sólo hay que prever un día de antelación para la masa. El resto se hace en diez minutos, y casi sin mancharse las manos. Hay más trabajo de espera que trabajo activo. Este tipo de masa, perfumada con agua de azahar, también produce unos roscos de Reyes estupendos.

INGREDIENTES PARA LA MASA DE BRIOCHE

(para 4 brioches de tamaño más que respetable)

- 1/2 taza + 1/4 (unos 180 ml.) de agua tibia

- 8 gr. de levadura fresca de panadería

- 1/2 cucharada de té de sal

- 4 huevos, batidos ligeramente + 1 huevo para dar brillo

- 1/4 de taza de miel

- 1/2 taza + 1/4 (1 barra y media, si vivís a este lado del Atlántico, unos 170 gr. al otro lado) de mantequilla sin sal, derretida, o de aceite vegetal de sabor muy suave (girasol, maíz o canola)

- 3 tazas y 1/2 + 1/4 de taza de harina blanca (unos 420 gr.) tamizada

- 1 cucharada sopera de ralladura fina de naranja

- 4 albaricoques

- un poco de mermelada de albaricoque


INGREDIENTES PARA LA CREMA PASTELERA

- 2 tazas de leche

-1/2 taza de azúcar (unos 115 gr.)

- 2 cucharadas soperas de mantequilla sin sal

- una pizca de sal

- 1 cucharada de té de extracto natural de vainilla, o una vaina de vainilla natural (aún mejor)

- 3 cucharadas soperas de fécula de maíz (Maizena)

- 1 huevo

- 3 yemas de huevo


PREPARACIÓN DE LA MASA (UN DÍA ANTES):

Tamizar la harina y echarla en un bol bastante grande (una ensaladera, o mejor, un gran recipiente tupperware).

En una taza, disolver la levadura en el agua tibia (no caliente). Disolver a continuación la sal. En un bol aparte, mezclar bien la miel y la mantequilla derretida. Batir los huevos e incorporar a esta mezcla gradualmente, así como la ralladura de naranja. Añadir la disolución de levadura. Cuando todo esté bien mezclado, verter en el gran recipiente sobre la harina. Mezclar con una cuchara de madera, hasta haberse asegurado de que toda la harina ha desparecido. La masa será demasiado blanda como para trabajarla con las manos fuera del recipiente. No pasa nada, como vamos a refrigerarla, el frío hará que mañana sea posible trabajar con ella.

Poner la tapa sin ajustarla, o cubrir con un plástico sin cerrar herméticamente, y dejar que la masa suba en un cuarto sin corrientes de aire, unas dos horas (depende del calor que haga). Veréis que el volumen dobla, el levado habrá terminado cuando la "cima" de la masa empieza a aplanarse.

Cerrar herméticamente y guardar en el frigorífico, con cuidado de no agitar el recipiente ( si sois muy bruscos, la masa perderá todos los gases de la fermentación y se "deshinchará", lo contrario de lo que se pretende con este método).


PREPARACIÓN DE LA CREMA PASTELERA

Calentar -en el microondas, fácil y rápido- hasta ebullición la leche, 1/4 de taza del azúcar total, la vaina de vainilla, la mantequilla y la sal. Remover bien. Reservar.

En un bol, mezclar bien la Maizena y el azúcar restante (1/4 de taza). Añadir el huevo y las yemas de huevo, batidos previamente, y mezclar bien hasta formar una pasta homogénea. Muy poco a poco, en pequeñas cantidades (de lo contrario se formarán grumos), verter un poco de la leche caliente en esta mezcla de huevo y batir bien. Una vez incorporada toda la mezcla de leche a la mezcla de huevo, ésta última se habrá calentado un poco. Verterlo todo en un cazo y ponerlo a hervir a fuego medio, sin dejar de batir con las varillas. Bajar el fuego un poco cuando comience la ebullición. La mezcla espesará unos dos o tres minutos después de haber comenzado a hervir.

Sacar la vainilla del cazo, y dejar que la crema pastelera enfríe cubierta con un plástico pegado a su superficie, para evitar la formación de costra. Conservar en el frigorífico una vez fría.

PREPARACIÓN DE LOS BRIOCHES

Cubrir una bandeja de horno con pergamino o con una silicona.

Espolvorear la superficie de la masa refrigerada en el mismo recipiente con un poco de harina. Con cuidado de no manipular la masa más de lo necesario, ni de "desinflarla", cortar con unas tijeras de cocina una bola del tamaño de un pomelo. Cuando estéis cortando la masa, veréis que una especie de "piel" se ha formado en su superficie. Con cuidado de no aplastar la masa con las manos, id recogiendo esa piel por debajo y formad una bola con la masa. Éste es el proceso de "boleado". Sentiréis una "tensión" en la superficie de la bola de masa. El truco está en estirar la masa lo suficiente para crear esa piel tensa, sin estirarla demasiado, de lo contrario se romperá. Depositar la bola en la bandeja y dejar que suba una media hora a 45 minutos en un cuarto sin corrientes de aire. Repetir el proceso hasta terminar la masa (unas tres o cuatro bolas), dejando bastante espacio entre ellas. Para las cuatro bolas serán necesarias dos bandejas.

En la misma bandeja de horno, estirar las bolas de masa con las manos, hasta formar óvalos. De nuevo intentar aplastar la masa lo menos posible (la clave de esta "masa sin amasado" es justamente eso, resistirse a la tentación de manipular la masa). Espolvorear de azúcar. Extender por encima de cada óvalo dos cucharadas soperas de crema pastelera. Colocar dos mitades de albaricoque lavado y deshuesado. Dejar reposar mientras precalentáis el horno a 190º, unos 40 minutos ( un poco más si tenéis una piedra de hornear). Barnizar con un poco de huevo batido o de leche, si se desea. Hornear unos 35 minutos, hasta que los brioches estén dorados. Recién sacados del horno, pintar los albaricoques con un poco de mermelada para que brillen.

Se comen calientes o fríos, si sois capaces de controlaros hasta que se enfríen. Calientes son algo celestial. No me creáis ciegamente, probad a hacerlos.

11 comentarios:

  1. Hala, me lanzo: creo que deberíamos hacer nuestro el mensaje de bienvenida de Pat Condell (oye, todo un descubrimiento) en su web, «I don't respect your beliefs and I don't care if you're offended. Cheers». Cuando entramos en lo sagrado siempre tenemos que andar con pies de plomo, tratando de respetar las creencias de los demás, quizás por buenismo o por no tener ganas de meterse en un berenjenal, pero gracias a eso, tenemos que aguantar con las cosas que se llegan a decir (y que atentan contra principios en los que realmente creo). Casualmente no hace mucho mi vecina y amiga L., que es australiana, me habló del libro de Richard Dawkins, y me leyó un fragmento muy interesante, sobre cómo un pastor anglicano se maravillaba de lo absurdas que podían ser las creencias de no sé qué pueblo africano... Acto seguido, el autor detallaba cuán lógicas le parecían las creencias del pastor... En fin, uno de mis dos propósitos para 2010 era apostatar (el otro es adelantar la tesis), y aún me queda medio año; creo que gracias a tu post empezaré a calentar máquinas.
    Besos, Arantza.

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  2. Santa Arantza, qué sutil, estos brioches "con un par de huevos". Tú lo que querías es hacer una criba con tus lectores, pero te vas a chinchar porque la mayoría pasamos por el tamiz. Esos vídeos de Pat Condell son desde hoy mi oración antes de irme a dormir (qué contradicción).
    Fdo. Otra APÓSTATA iluminada y no fulminada

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  3. :-DD mira que estoy con Noema. Me da que quieres hacer criba y poner un poco de orden en la sala aunque tengo la sensación que has tocado en hueso porque si algo bueno tiene internet es que le da a uno la oportunidad de ser un poco ácrata a la que lee y teclea y pasarse por el mismísimo forro todo y más... o casi, que no se por qué pero me he puesto algo colorada cuando he leído lo de "vigor materno" algo de lo que gasto mucho, así que presa de un arrebato de inseguridad he acudido a releer mi comentario a ver si me había pasado ocho pueblos... pero qué caramba! lo cierto es que es tarde para que te vea como una desconocida porque llevo algún tiempo colándome en tu cocina y, a la que paso, husmeo por tu salón...

    En fin, que como yo también paso por el tamiz, me disparo y me desboco un poco con eso del no-creyente que ya me duele que oficialmente tienes que ser de algo aunque luego pienses lo contrario. Llevo un par de años queriendo borrarme de la iglesia católica y no lo consigo. En España, no lo hacen y aquí, que si se hace, me dicen que no me borran por ser española, que me borren los españoles... y a lo tonto, aquí sigo siendo una excatólica y excomulgada que es tachada de morosa fiscal por no pagar mis tributos a la iglesia como marca la ley...

    Hala! corto y cierro

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  4. Me he creído lo de los huevos fritos, hasta que he llegado a la receta, aún seguía pensando que era un briche, efectivamente, con huevos frios, lo que no estaría nada mal...sino fuera de un colesterólico de un alta peligrosidad.Bueno creo que has cortado a tiempo con tus disquisiones religiosas por que la cosa se estaba tornando un poco delirante, por cierto gracias por la web de libros, al fin podré leer a Dennet for free!.
    Un beso

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Vamos que muchos somos unos hipocritas por decreto...desde que navemos y tiene narices que ni renegando de ello no podemos librarnos.....será que el mundo es una hipocresía en MAYÚSCULAS????....anda que no he tenido yo peleas por no entender lo que querían que entendiese por h o por b.....en fin que me quedo con este desayuno....acompañado de un vaso de leche sin lactosa y el periódico....a mi por las mañanas me va más.....besos

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  7. Me he leido el post, palabrita del...ups!!...ejem....pero es que en cuanto llegué a "parece mucho más complicada de lo que realmente es" colapsé...como no va a ser complicada??? si tiene más lineas que mi testamento!!!

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  8. Mm, he visto que has añadido un frasco de sirope de ALCE en la encimera, al ladito de la berza y los pimientos ;-)

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  9. Creo que he hecho algo mal y he borrado mi comentario anterior. Bueno, sólo decía en él, que me parecía haber escrito yo misma ese texto y que me había quedado agusto. Algo así.
    Pido disculpas, pero todavía estoy haciéndome con todos los botoncitos, jeje.
    Besos.

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  10. Ander: Aleluya. :-). Y besos de vuelta. (Cuando termines la tesis, avisa, que brindaré por tí. Con una taza de té, pero brindaré :-).

    Noema: lo de Santa me temo que sólo se aplica a mi madre. Y no cantes victoria, que a lo peor nos parte un rayo a las dos :-D. Por cierto, cuando vengas por aquí te voy a recordar tu oferta de empanarme un filete. Literalmente. (Siempre hay malpensados):-).

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  11. Mai, mujer, que tú no eres una desconocida. Como otros lectores que pasan por mi cocina desde hace ya mucho tiempo. Tampoco tienes que andar con culpabilidades retroactivas, tú nunca eres pesada ni coercitiva, sólo enérgica :-). Mira, a mí me pusieron las mismas pegas, con lo que no contaban era que la iglesia católica quebequesa es más razonable y respetuosa que la española: aquí no le obligan a nadie a quedarse en el club. Me dieron el certificado de expulsión en un periquete, con lo que el siniestro clero del obispado no pudo resistirse :-).

    Cris: ¡buena lectura!

    Núria: tu serás intolerante a la lactosa, pero por ahí andan algunos con intolerancias más graves. Besos de vuelta.

    Maïte: ay, es que es más largo de contar que de hacer... como si hubiera escrito una lección teórica de cómo andar en bicicleta ;-).

    Ander: Estás en todo, ojo de lince :-). Pues sí, tenía ganas de remaquillar un poco al blog. Y la verdad, del antiguo no me gustaba el título, pero la ilustración de la cabecera siempre me ha encantado. Ahora me siento mucho más como en casa (el look "chalet rústico del Canadá" no me pegaba mucho, la verdad :-)

    Viena: nada, yo también ando aprendiendo aún. Y me alegro de que te hayas quedado a gusto :-).

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